Leo despacio, pero mi pulso late deprisa.
Leo despacio y enfadada. Enfadada por haber vuelto a llegar tarde.
Porque siempre descubro tarde. Porque ya estás muerto.
Leo despacio, y entiendo tus pensamientos muchos años después de haberse producido.
De haberlos reflexionado. De haberlos escrito. Borrado, y escrito otra vez.
Añoro tu juventud, que nunca fue la mía. Añoro tu vida y te añoro a tí, sin conocerte.
Añoro a tu amigo, también muerto, también escritor.
Pienso en Amarillo.
Sobre todo pienso en que he vuelto a llegar tarde.